La cotización de la soja fluctúa constantemente por factores climáticos y comerciales. Sin embargo, desde que empezó la campaña paraguaya 2022-2023, el valor subió a casi USD 560 por tonelada en la Bolsa de Chicago.
Los precios se mantuvieron optimistas en el segundo semestre del año, casi siempre por encima de los USD 500 por tonelada, pero en los últimos días hubo mucha volatilidad y ayer la referencia para mayo cerró por encima de USD 550.
Algunos cultivos están empezando a cargar granos todavía en medio de una incertidumbre acerca del nivel de producción que arrojará la cosecha, aunque el sector exportador adelantó una expectativa de alrededor de 9,3 millones de toneladas, un volumen que puede seguir cambiando en las próximas semanas.
En una similar situación está el campo argentino, donde también faltan lluvias en los sojales, al igual que en Brasil.
El representante ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Hugo Pastore, mencionó que este factor influye en las cotizaciones, ya que se pone en duda la oferta internacional de granos.
Pero, por otro lado, incide en la volatilidad la demanda proyectada de la soja, teniendo en cuenta que China, principal consumidor, está con una nueva ola de Covid-19 y no hay certezas sobre las medidas que pueden desalentar sus compras e impactar en el mercado internacional. Para Pastore, este aspecto es una de las preocupaciones del sector, porque aunque Paraguay no exporte al gigante asiático, los efectos se expanden sobre los demás países importadores.
Las noticias que se van actualizando a cada minuto se reflejan inmediatamente en la Bolsa de Chicago, donde los valores como consecuencia pueden dispararse y desplomarse en la misma jornada.
PROYECCIONES. En su última previsión, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos estimó una producción de 10 millones de toneladas de soja en Paraguay, aunque Capeco ya habla de una merma instalada de alrededor de un millón de toneladas, debido a la sequía. Para Argentina se espera un rendimiento total de 49,5 millones, mientras que para Brasil se estima una disponibilidad de 152 millones de toneladas.
