El año pasado registraron 40 casos de consumo y microtráfico en instituciones educativas. Instan a familias a estar más presentes. Tras inicio de clases organizarán charlas de prevención.
En aumento. No solo el consumo de drogas está creciendo en escuelas y colegios; el microtráfico ya está presente y cada vez se dan más casos dentro de las instituciones educativas de gestión pública, privada y subvencionada.
El Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) registró 40 hechos de consumo y microtráfico en establecimientos educacionales de todo el país en el 2022. Las denuncias suceden igual en zonas urbanas y rurales, con más énfasis en Asunción, Central, Itapúa y Alto Paraná.
“Nosotros no tenemos recursos para trabajar en la prevención de las drogas, por eso muchos proyectos que van surgiendo ante esta problemática no se pueden ejecutar porque no tenemos los fondos”, lamenta Sonia Escauriza, directora general de Protección de la Niñez de la cartera educativa.
Desde la entidad educativa los responsables de dependencias que trabajan en el tema también se quejan de la escasa cantidad de funcionarios para trabajar en estos temas, teniendo a su cargo más de 7.500 locales escolares.
Escauriza expresa que, no obstante, recorren las instituciones por departamentos para dar charlas a directores, docentes y estudiantes. El año pasado crearon una mesa interinstitucional con el Ministerio de la Niñez, el Ministerio de la Defensa Pública, la Defensoría del Pueblo, la Senad y la Policía Nacional.
Buscan de este modo y ante la falta de recursos abordar la prevención en el consumo y el microtráfico. También trabajan sobre la violencia escolar y los casos de abuso y acoso sexual, con casos también en ascenso.
En líneas generales, Paraguay es el país que menos invierte en educación en toda la región, con apenas 2,8% del PIB según información oficial del Ministerio. La Unesco recomienda un mínimo del 7% del PIB para el sector.
Ingreso. La puerta de entrada al mundo de las drogas son los tranquilizantes que consume algún integrante de la familia, sostiene Escauriza. “Porque el consumo no empieza en la escuela, comienza en la casa, en el hogar y ante la ausencia, muchas veces, de la familia”, agrega.
La ausencia es mayoría cuando van a una escuela para conversar sobre el tema con las familias, advierte la funcionaria. “Anteriormente se iniciaba con el cigarrillo, pero hoy el pod (cigarrillo electrónico pequeño) se vende en todos lados, comienza ahí y va escalando”, dice.
Agrega que la falta de límites por parte de las familias es otro factor. “Lo permisivo que somos los padres, no ponemos límites o no le damos la importancia, acompañamiento, somos padres ausentes”.
Temprano. El ingreso a las sustancias se adelanta con el tiempo. Antes era un problema de la Educación Media o a lo sumo, del Tercer Ciclo.
“Nosotros recibimos casos desde el sexto grado, se da muy temprano y en eso coinciden también los expertos de otras instituciones”, cuentan desde el MEC.
De acuerdo con Escauriza, los docentes están capacitados sobre cómo actuar cuando ocurre un suceso de uso o de venta en las escuelas.
Pero muchas veces los docentes tienen ese conocimiento, pero reciben amenazas de todo tipo, relata.
“Por eso para nosotros, desde el Ministerio decimos que las familias deben involucrarse porque todo esto se inicia en la casa, hacemos énfasis en este punto desde siempre”, sentencia.
Desde el Ministerio decimos que las familias deben involucrarse, porque el consumo de drogas comienza en la casa. Sonia Escauriza, directora general de Protección de la Niñez del MEC.
FUENTE<ULTIMAHORA