La imagen de la joven Lara Arreguiz tumbada en el suelo de un hospital de Santa Fe esperando una cama se ha convertido en el reflejo más claro del colapso sanitario en Argentina. Esta estudiante de veterinaria de 22 años tuvo que esperar horas en un hospital para recibir una cama que nunca consiguió. Fue trasladada a otro centro hospitalario donde falleció días después a causa del coronavirus.
La joven, con diabetes, comenzó con síntomas de la Covid-19 el jueves 13 de mayo. Sus padres la llevaron al centro de salud Protomédico en Santa Fe. Ya en este centro hospitalario no había camas, por lo que Lara tuvo que esperar en una silla de ruedas entre prueba y prueba.
Los médicos determinaron que padecía una pulmonía bilateral. Se le practicaron nebulizaciones y la enviaron a casa con un cita pendiente tres días más tarde para hacerse una prueba de coronavirus. Sin embargo, en su hogar, el estado de salud de Lara empeoró.
Sus padres decidieron trasladarla al Hospital J.B. Iturraspe, un centro que como los de la mayoría del país, estaba colapsado. Lara se desplomó en la sala de espera y cayó al suelo. No había ni sillas ni camas disponibles, por lo que allí se quedó, recostada sobre su mochila en una imagen que ya ha sido portada de todos los medios argentinos.