Se filtraron imágenes del momento exacto en que un grupo de paseros (pequeños contrabandistas) se encontraban “de reunión” en el destacamento naval del barrio 3 Fronteras de Pdte. Franco para “rendir cuentas” a los marinos, quienes les permiten el paso del contrabando. Según datos proveídos por los propios paseros, pagan entre 2 millones y medio y 4 millones de guaraníes al jefe o al subjefe del destacamento. Participantes del encuentro, inclusive, proveyeron audios de la reunión a periodistas de La Clave, que no serán divulgados para resguardar la integridad de las fuentes.
La reunión se realizó ayer, al mediodía, en la propia sede del destacamento naval, instalado en el barrio Tres Fronteras de Franco. Participaron del encuentro los paseros, además del jefe del destacamento, teniente de corbeta Pablo Moura y el subjefe, suboficial Amarilla, según informó la fuente. La reunión fue para que los paseros “se pongan al día”, es decir, efectivicen el pago semanal de 2 millones y medio a cuatro millones a los mencionados militares.
De acuerdo con los datos, Moura goza de la protección del comandante de Área Naval en CDE, capitán de navío Cristian Rotela. Este, a su vez, rinde cuentas al excomandante Walter Díaz, quien es protegido del vicepresidente Hugo Velázquez y del hermano de este, almirante Carlos Velázquez, comandante de la Armada Paraguaya. La protección al feroz esquema de contrabando se fortaleció bajo el mando de Díaz, quien fue destituido el año pasado tras el caso de bárbaras torturas a los moradores del barrio San Miguel.
Según mencionó nuestra fuente, los paseros se quejaron durante la reunión a los militares debido a algunas “incongruencias” en el pago de las coimas, ya que algunos pagan apenas 2 millones y medio y otros cuatro millones, todo de acuerdo “a la cara del cliente”. En ese sentido, pidieron equidad a los marinos, según se supo. Nuestro informante también señaló que los uniformados prohíben a cualquier ciudadano civil estar en el río a partir de las 17:00 hasta las 05:00 de la mañana. Es que dentro de ese horario, el río ya “pertenece” a los traficantes de drogas, armas y contrabando diverso, todo protegido y “autorizado” por los efectivos de la Armada. Si alguien se atreve a estar en aguas del Paraná en horario “no autorizado”, corre peligro de ser corrido a balazos, reveló la fuente.
Se calcula que unas 50 embarcaciones operan amparados en la oscuridad de la noche y bajo la protección de los militares destinados al resguardo del puerto Tres Fronteras. Así las cosas, los marinos están recaudando sumas millonarias en forma semanal, gracias al contrabando, el tráfico de personas, drogas, cigarrillos y armas. La situación se denunció en reiteradas oportunidades, sin embargo, hasta ahora no hubo un Gobierno patriota que pueda acabar con esta lamentable situación, que perjudica en demasía la imagen del Paraguay.
FUENTE: DIARIO LA CLAVE