El famoso egiptólogo Zahi Hawas y la catedrática de Radiología de la Universidad de El Cairo Sahar Selim lograron resolver gracias a una tomografía computarizada y un programa informático avanzado algunos de los enigmas que escondía el cuerpo momificado del monarca sin necesidad de retirarle sus vendas ni la máscara con la que fue encontrado a finales del siglo pasado y que no han sido retiradas desde entonces.
Zahi Hawas y Sahar Selim lograron descifrar por ejemplo que en el momento de su muerte Amenhotep I, también conocido como Amenofis I, tenía unos 35 años y se encontraba en buen estado de salud, ya que no han encontrado enfermedades ni heridas que pudieran haber causado su muerte.
Esto significa que fue nombrado faraón a muy corta edad, ya que reinó durante 21 años, entre los años 1525 y 1504 a.C., cuando falleció por causas que seguirán siendo un misterio.
Además, el cuerpo modificado del faraón todavía mantiene el cerebro en su sitio, por lo que, a diferencia de la mayoría de los faraones del Imperio Nuevo (1550-1069 a.C.), no se lo extrajeron durante el proceso de momificación, indicó Selim, especialista en radiología de antigüedades, según un comunicado de Antigüedades.
El escaneo de la momia también descubrió que en su interior hay 30 amuletos, tanto entre las bandas de pergamino que la envuelven como dentro del cuerpo, además de un cinturón compuesto por 34 cuentas de oro bajo su espalda.
Esto, dijeron los expertos, reafirma la buena fe de quienes decidieron sacar sus restos de su tumba original para emplazarlos en otro lugar, con el fin de preservarlos de los saqueadores de tumbas y no de robarlos como se ha alegado, indicó la nota.
Amenhotep I, hijo del rey Amosis I, es un faraón de la XVII Dinastía cuya momia fue encontrada en 1881 en el complejo de templos funerarios de Deir al Bahari en la ciudad de Luxor, donde se encontraba la antigua capital egipcia de Tebas, donde se hallaron decenas de momias reales más.
En los siguientes años, todas ellas fueron trasladadas a El Cairo y su ubicación actual en el recién inaugurado Museo Nacional de la Civilización Egipcia, donde fue llevado el pasado mes de abril junto con otras 22 momias reales desde el Museo Egipcio en un espectacular desfile.
Entre las dos decenas de momias reales exhibidas en el nuevo museo, la de Amenhotep es la única que conserva su máscara funeraria y una corona que la diferencia del resto.
Hawas y Selim llevan a cabo desde 2005 tomografías computarizadas para examinar 40 momias reales en un proyecto con el que ha logrado hacer descubrimientos como detalles del asesinato de Ramses III o de la muerte en batalla de Seqenenra Taa.