Argentina afronta una fuerte ola de calor que, como cada verano, se traduce en un incremento sustancial del consumo eléctrico, con el consecuente riesgo de cortes masivos en el suministro, principalmente en Buenos Aires y su populoso cinturón urbano, como los que se vienen dando esta semana.
Tras superarse el pasado martes los 40 grados en el centro de Argentina, día en que miles de personas se quedaron a oscuras en Buenos Aires y sus alrededores, y por las previsiones de nuevos máximos entre este jueves y el viernes, el Gobierno argentino dispuso que los empleados públicos trabajen desde casa ambos días para ahorrar energía.
El secretario de Energía, Darío Martínez, justificó la medida por la demanda “récord” de energía, “producida por el crecimiento sostenido de la Economía, combinado con la ola de calor histórica”, según expresaba en Twitter.
El funcionario también pidió a la población ahorrar energía “en la medida de sus posibilidades” y “un mayor esfuerzo al sector empresarial, para priorizar el consumo de los hogares”.
Aunque este jueves se registraron pocas zonas con cortes de luz, en las próximas horas se espera alcanzar un consumo similar o superior al del martes, cuando una falla en el sistema energético provocó la afectación de cerca de 700.000 usuarios, según informó el Ente Nacional Regulador de la Electricidad.
Las tarifas de electricidad, congeladas durante dos años para Buenos Aires y su cordón urbano, solo se incrementaron el 9% a mediados de 2021, mientras que a fines de diciembre el Gobierno anunció un aumento que regiría hasta un 20% para 2022, muy por debajo de la inflación, proyectada en 52,1% por lo que el Estado paga subsidios cada vez mayores a las empresas energéticas, lo que genera múltiples críticas de la oposición.
El ex presidente conservador Mauricio Macri (2015-2019) inició una campaña en redes sociales con una metafórica foto negra, a la que la portavoz del gobierno de Alberto Fernández, Gabriela Cerruti, respondió recordándole el masivo corte de energía durante su gobierno en junio de 2019, cuando gran parte del país se quedó sin servicio eléctrico por varias horas.
“El populismo energético tiene patas cortas. No es gratis congelar tarifas por 2 años, intervenir los entes y regalar la energía», manifestó por su parte el presidente del bloque de diputados de la Unión Cívica Radical, Mario Negri, que señaló que el Ejecutivo «multiplicó por tres los subsidios a la energía».
La ex gobernadora bonaerense durante el Gobierno de Macri y actual diputada por la coalición opositora Juntos por el Cambio, María Eugenia Vidal, se sumó a las críticas: “Cuando no se fomenta la inversión y se pretende barrer los problemas debajo de la alfombra, pasan estas cosas. Hoy estamos, otra vez, frente a cortes de luz que se hacen cada vez más frecuentes y duran más tiempo”, declaró en sus redes sociales.
Situación en los barrios
En Villa Crespo, uno de los barrios capitalinos perjudicados por los cortes de luz, abundaban este miércoles frente a los locales los generadores por combustión, que solo permiten mantener en funcionamiento electrodomésticos básicos como las heladeras.
Juan, dueño de una fiambrería y casa de comidas que abrió apenas hace dos meses, perdió “un montón de mercadería” y dos jornadas de trabajo tras doce horas sin luz.
“Congelados, tortillas, empanadas, ensaladas de fruta, tuve que tirar todo y es un costo”, cuenta a EFE con indignación el comerciante, que piensa reclamar la pérdida a la empresa de electricidad. “Hoy no se puede perder un día de laburo, como está toda la situación no da para eso”, añade.
A unos 50 metros, Horacio, un ciudadano armenio que tiene una casa de comidas árabes, estuvo 18 horas sin suministro eléctrico y pudo “salvar” la mercadería gracias a la solidaridad de sus vecinos. “Algunos vinieron y se llevaron mi mercadería a su casa con luz y algo llevó mi mujer a la casa de mi hija”, comenta con resignación.
Los comercios de alimentos no fueron los únicos perjudicados. Cerca de allí, Neldo Command tuvo su taller mecánico parado por más de 12 horas. “Tenemos un generador, pero solamente alcanza para la vivienda, no para el taller», manifiesta.
Expectativas para el fin de semana
Para este viernes la máxima temperatura alcanzaría los 42 grados, que de superarse podría romper el récord de 43,3 registrado en Buenos Aires en 1957, secundado por los 41,1 alcanzados el martes.
Con las temperaturas pronosticadas por el Servicio Meteorológico Nacional para el centro del país, al menos hasta el domingo, la expectativa de ahorro en los hogares difícilmente pueda cumplirse. Mientras tanto, quienes pueden buscan un respiro en los parques y plazas.
Fuente: EFE