Varios audios filtrados ayer  comprometen al legislador oficialista en el negocio del   narcotráfico por lo que  oficialistas, cartistas  y  la  oposición  plantearon     que  renuncie  a su curul o será echado. 

El diputado Juan Carlos Ozorio debe presentar su renuncia o será sometido hoy a un proceso de pérdida de investidura, confirmaron ayer los referentes de las bancadas de Diputados. La semana pasada se supo sobre su vinculación con el prófugo pastor José Insfrán y ayer se conocieron audios donde se revelaría que es uno de los líderes de una organización que se dedica al tráfico de drogas.

Se desconoce el paradero del diputado, ya que sus colegas de bancada no pudieron hablar con él. Desde Migraciones se remitió información sobre Ozorio al fiscal del operativo A Ultranza, ya que estaría fuera del país.

En su lugar asumirá Guadalupe Aveiro, la ex esposa del ex senador Víctor Bogado, quien lidera el equipo político en capital.

En uno de los audios filtrados se escucha a Ozorio hablar con Óscar Sanabria, alías Jackie Chan, detenido por la Senad en Pedro Juan Caballero, en abril del 2021, con una carga de 10 kilos de cocaína y paquetes de marihuana. En la ocasión, el legislador habría organizado una reunión con un supuesto proveedor boliviano de pasta base.

Los audios difundidos ayer a través de las redes sociales vinculan al diputado Ozorio con uno de los principales líderes del Comando Vermelho, Carlos Alberto de Lima Da Silva, alias Cascao.

En uno de los audios se evidencia que supuestamente el diputado habría pagado a la Policía Nacional por la liberación de uno de sus socios con alias Kanguru la suma de USD 8.000 y el detenido debía completar unos USD 2.000 más. En la conversación con su hombre de confianza, Sanabria, mencionaban que Kanguru iría a vivir en Santa Rita, manteniendo un perfil bajo y solamente saldría para “trabajar”.

Cabe señalar que Ozorio es también presidente de la Cooperativa San Cristóbal, desde donde enviaba dinero a sus socios. Ozorio también utilizaba la cooperativa como una seccional y una caja chica para pagar a los operadores políticos, quienes eran contratados temporalmente en algunas comisiones, pero en realidad hacían el trabajo de juntar votos. Recientemente se volvió a utilizar ese esquema para las elecciones municipales donde su hijo, que lleva su mismo nombre, se hizo concejal. “Argumentos sobran y seguramente Ozorio se va a defender o presentará su renuncia. Se trata de defender la institucionalidad”, dijo el diputado cartista Derlis Maidana.

Sebastián Villarejo señaló que “la narcopolítica corroe absolutamente toda la República, es lo más miserable”.

El corporativismo salvó a diputados con denuncias de por medio

El único diputado que salió tras un proceso de pérdida de investidura es el liberal Carlos Portillo, a quien se le escuchó en unos audios negociando nombramientos en la Cámara de Diputados. En su momento se iba a plantear la pérdida de investidura de José María Ibáñez, pero ante la presión ciudadana renunció.

El ex legislador reconoció ante la Justicia que sus caseros figuraban como funcionarios de la Cámara Baja. El caso fue conocido como el de los caseros de oro. Por un caso similar estuvo imputado el diputado Tomás Rivas, pero este fue protegido por los colorados y fue sobreseído.

El diputado también colorado Éver Noguera, quien quiere ser gobernador de Guairá, se enriqueció a cuestas de la merienda escolar, con contratos supuestamente irregulares pero no fue ni desaforado ni mucho menos perdió su investidura.

Ulises Quintana estuvo preso por supuestos nexos con Cucho Cabaña, quien habría financiado su campaña política con dinero del narcotráfico. No solamente fue candidato a intendente de Ciudad del Este, sino que ni una de las bancadas de la ANR se animó a respaldar n su pérdida de investidura.

Asimismo, el colorado Miguel Cuevas cuenta con un proceso abierto por enriquecimiento ilícito y lesión de confianza, sin embargo sigue como diputado y ya empezó a operar para ser senador.