Propuesta fue aprobada por Diputados y será estudiada por Senadores. Desde Salud aseguran que uso de mascarillas permite interacción social, ya que aún existe trasmisión comunitaria.

Decisiones arriesgadas. La intención de derogar la ley que obliga al uso del tapabocas no es bien vista por el Ministerio de Salud Pública.

En conferencia de prensa semanal, la actual responsable de la Dirección General de Vigilancia de la Salud, doctora Sandra Irala, aseguró que eliminar el uso de mascarillas puede generar brotes de la enfermedad en lugares específicos. “En este momento es importante que se mantenga porque puede haber brotes de la enfermedad. Sobre todo en aquellos lugares que no están ventilados y con gran aglomeración de personas que comparten varias horas”.

Entre estos sitios especificó al transporte público, las instituciones educativas y las diversas oficinas.

Recordó que actualmente el uso del tapaboca es la medida más importante. Esto porque permite la interacción social en estos momentos y la reactivación de todas las actividades cotidianas.

“Como seguimos en pandemia, el porcentaje de positividad indica aún un nivel de transmisión comunitaria que pone en riesgo a los contactos”, especificó.

Para dejar definitivamente los tapabocas, la decisión debe ser evaluada, dentro de un marco de diálogo donde el sector de salud tiene que estar involucrado, expresó Irala.

Además de la presencia de salud, se debe contar con indicadores que puedan avalar dicha decisión, la medida debe realizarse de manera gradual y saber en qué lugares se aplicará. Sobre todo sabiendo que el Covid seguirá.

“No se puede generalizar una medida con un corte brusco y total que no sea acompañado por las indicaciones del sector salud”.

La responsable de Vigilancia de la Salud mencionó que no vio indicador alguno dentro de la propuesta de derogación del uso de mascarillas.

Tampoco a Salud se le consultó al respecto. “A mí por ejemplo no me consultaron”, contó.

Sobre la situación actual de la pandemia en el país, informó que Asunción se mantiene en el máximo nivel de transmisibilidad del virus. El resto del país está entre los niveles 2 y 3.

Entre la semana ocho y nueve hubo una disminución del 47% en nuevos contagios. Los decesos bajaron en 26%.

Irala mencionó también que en la franja pediátrica hubo un aumento de casos con la variante ómicron. Según detalló en el grupo de 0 a 4 años subió en un 39%, considerando que en el 2020 se detectaron 874 contagiados por el virus Sars-Cov-2.

Para el 2021 fueron 2.242 y en 2022 llegan a 3.124.

En el grupo de entre cinco a nueve años el aumento fue del 46%. Entre los de 10 a 14 disminuyó 20%.

Continúa vacunación, pero los porcentajes no son los esperados la

Como viene ocurriendo desde el año pasado, el Ministerio de Salud Pública busca diferentes estrategias para llegar al objetivo de inmunizar al 80% de la población contra el Covid.

Hasta el momento se aplicaron 8.280.000 dosis de las diferentes plataformas anti-Covid, informó ayer el doctor Héctor Castro, responsable del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI).

Aunque hay un aumento en la administración de la dosis de refuerzo, que ya llega a más de 1.180.000, preocupa que la cantidad es baja entre los adultos mayores.

Según detalló el titular del PAI, el porcentaje de las personas de 60 años que ya se administraron la tercera dosis llega al 40%.

Consideró que muchas de estas personas pudieron haber postergado dicha aplicación por haber padecido ómicron.

Con respecto a la población objetivo entre los niños, se tiene recién un poco más del 23% que se aplicó la vacuna anti-Covid. “Sigue siendo una cifra muy baja, atendiendo que se volvió a la presencialidad en clases”.

“La primera dosis son 3.840.000 y un poco más. En la segunda, se llega a casi 3.260.000. Por lo tanto, hay una diferencia de 600.000 entre la primera y la segunda”, detalló Castro. Consideró como alentador que se reduzca la brecha en administración de la primera y segunda dosis.

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