La droga transita sin contratiempos en territorio paraguayo hasta llegar a los vecinos Brasil y Argentina, de donde emprende un largo viaje hasta los gigantescos puertos en el Viejo Continente.
Su ubicación geográfica estratégica, controles endebles por falta de tecnología y mayor cantidad de recursos humanos, sumados a la corrupción, son elementos que hacen atractivo al país para traficantes y bandas narco, en el trazado de nuevas rutas de droga transatlánticas.
Paraguay se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en escala importante para la cocaína que se trafica desde países productores, como Colombia, Perú y Bolivia, y que tiene como destino el Viejo Continente.
La droga ingresa al país desde Bolivia por el extenso Chaco paraguayo. Las incursiones son por vía terrestre y aérea.
Los cargamentos de cocaína son depositados en edificaciones dentro de estancias de grandes superficies de tierra, disfrazadas de establecimientos ganaderos.
Hemos visto en muchas ocasiones operaciones antidrogas en la Región Occidental, donde se decomisaron drogas, se descubrieron hangares y pistas de aterrizaje clandestinas.
La redistribución de la droga se hace a ciudades de los departamentos de Concepción, Amambay, San Pedro y Canindeyú, mayormente, zonas de dominio de las facciones criminales brasileñas PCC y Comando Vermelho.
En las ciudades fronterizas de Bella Vista Norte y Capitán Bado, en Amambay; el distrito de Horqueta, en Concepción, y Choré, en San Pedro, se llegaron a detectar pistas clandestinas, por lo que antidrogas no descartan vuelos directos desde Bolivia a esta zona del país.
La droga que llega a esta zona y hasta algunas ciudades de Alto Paraná es traficada al Brasil, cuyo mercado interno de consumidores es bastante significativo. Sin embargo, en los últimos años, el vecino país ha pasado a ser un importante “canal de distribución de narcóticos hacia Europa”, a través de sus puertos marítimos, según señala el organismo internacional InSight Crime.
Los cargamentos de cocaína también transitan hasta ciudades del Departamento Central, donde son depositados para posteriormente ser embarcados en alguno de los puertos, con destino a Buenos Aires, y de ahí, continuar su trayecto hasta Europa, África, Asia.
La droga también emprende viaje al sur del país, hasta ciudades fronterizas de Ñeembucú e Itapúa, que comparten con la Argentina el río Paraná. De acuerdo con una investigación periodística publicada por el medio argentino Clarín, hace años se consolida una nueva ruta de la droga, a la que se conoce como “la paraguaya”. “Es una triangulación: Bolivia-Paraguay-Argentina. Con una particularidad: el traslado desde el sur guaraní se hace en avionetas, mediante contratación de pilotos avezados”, dice parte de la nota.
La corrupción también hace de Paraguay un lugar propicio para los traficantes. Hemos visto, por citar, políticos vinculados al narcotráfico. Por ejemplo, el ex diputado Juan Carlos Ozorio, el diputado Ulises Quintana, este último en la antesala de juicio oral.
Faltan tecnología y más recursos humanos para lucha
Radares y escáneres obsoletos forman parte del equipamiento para la lucha del Gobierno contra el narcotráfico. Sumado a estos, que la Senad cuenta con apenas 200 agentes para cubrir todo el país, según reveló a ÚH una fuente de la institución.
“Tenemos tres escáneres disponibles que son obsoletos”, fue lo que respondió el titular de la Dirección Nacional de Aduanas, Julio Fernández, al ser consultado respecto a los equipamientos con que la institución cuenta para el control de contenedores en los distintos puertos del país. No obstante, indicó que los mismos serán actualizados en la brevedad.
Otro moderno escáner se adquirió con fondos del Centro de Despachantes, que, según Fernández, llegará al país procedente de Francia en aproximadamente 60 días. Además, están en proceso de licitación de dos equipos más, comentó.
Un escáner va a ser instalado en un patio de control en Villeta, donde se tienen tres puertos: Terport, Puerto Seguro y ANNP; y otro en Mariano Roque Alonso, donde están los puertos Caacupemí, Fénix y San José. “Estos seis puertos movilizan el 90% de la carga contenerizada que sale hacia Europa”, expresó Fernández. Intentamos comunicarnos con algún responsable de la Dinac respecto a los radares disponibles, pero se llamaron a silencio.
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