El Tribunal de Sentencia aplicó la máxima condena de 40 años al joven Héctor Eduardo Martínez Núñez (26),autor confeso del crimen de la niña Naydelin (7) quien fue quemada viva hasta calcinarse. Su madre Limpia Concepción Núñez Goiburú fue condenada como coautora a 25 años de prisión.
Tras varias horas de deliberación, el principal acusado por el crimen de la pequeña
Naydelin conoció en la noche de este miércoles su sentencia en el marco del juicio oral y
público que se desarrolló en el Poder Judicial de Ciudad del Este.
La presidenta del tribunal Evangelina Villalba explicó que la sentencia se dictó de forma
unánime con sus colegas Lourdes Morínigo y Óscar Genez.
Según la titular del órgano juzgador, el joven Martínez Núñez y su madre Núñez Goiburú
son los autores del infanticidio ocurrido el 29 de febrero de 2020, en Minga Guazú.
Según la acusación de las fiscalas Estela Mary Ramírez y Vanesa Candia, Martínez había
raptado a Naydelin en las cercanías de su domicilio. Luego, la niña fue trasladada hasta
una zona boscosa del Km 26 Monday. En este sitio la pequeña fue atada de piernas y
quemada vida con fuego de leña y aceite en poder del autor confeso y su madre.
La jueza Villalba recalcó que, en base a testimonios, horas antes del crimen las leñas
fueron cortadas con motosierra en una propiedad rural, colindante al domicilio de Núñez
Goiburú.
Para la magistrada Villalba, quedó demostrado la presencia de Martínez Núñez en la
escena del crimen, ya que se encontró en el lugar una lata de cerveza que coincide con su
ADN.
Igualmente, el informe de geolocalización de su línea telefónica lo ubica en el escenario de
hecho. El informe también ubica a su madre en el lugar de la quema.
La jueza Villalba resaltó que las comunicaciones telefónicas entre el acusado y su madre
eran poco frecuentes.
Un día antes del crimen, cuando Martínez Núñez afrontó una audiencia en el juzgado a
raíz de una denuncia por violencia familiar formulada en su contra por su exnovia, quien
era la tía de Naydelin. Solo una llamada hubo esa fecha.
Casualmente, en el día del crimen quedaron registradas cuatro llamadas telefónicas, entre
la tarde y noche. El horario coincidía con el rapto de Naydelin.
El tribunal compuesto por Lourdes Morínigo, Evangelina Villalba y Oscar Genes condenó a
30 años de pena privativa de libertad a Héctor Eduardo Martínez Nuñez más 10 años
como medida de seguridad, como autor del homicidio doloso en grado de alevosía, en
tanto que a su madre Limpia Concepción Núñez Goiburu, 25años de prisión en carácter de
coautora.
En la presentación de sus alegatos finales, las fiscales del caso Vanesa Candia y Estela
Mary Ramírez solicitaron 30 años más de 10 años de medidas de seguridad para el joven;
mientras que para la coautora 30 años.
Peligrosidad del infanticida
El autor confeso dijo que está arrepentido por el crimen, pero su lenguaje corporal no
condicen con sus palabras de arrepentimiento, según el informe del psicólogo clínico del
Ministerio Público Christian Verdún.
“Se observan llamativos indicadores de falta de control de los impulsos cognitivos, esto
significa que el conocimiento, comprensión o razonamiento no logra impedir la reacción
impulsiva”, indica una parte del informe forense.
El documento leído en el juicio oral igualmente señala que Martínez Núñez tiene baja
tolerancia a la frustración, dependencia emocional, dificultades con la figura materna y con
la figura paterna. Además, es una persona ensimismada, con baja autoestima, irritabilidad
y desconfianza.
Según la hipótesis de la Fiscalía, Martínez Núñez cometió el crimen en venganza contra
su ex novia, tía de la niña Naydelin. El acusado había quedado ofuscado tras ser
denunciado por violencia familiar por su ex pareja.
El forense comunicó que el acusado tiene una “llamativa falta de empatía para con las
víctimas” y que sumado al consumo de drogas eleva “el grado de peligrosidad para sí
mismo y para las demás personas de su entorno.