Los integrantes de la Asociación de Empresas del Transporte público de Ciudad del Este (Asetrapace) inician una medida de fuerza por tiempo indefinido desde hoy para presionar a las autoridades municipales al aumento del precio del pasaje. Alegan que las empresas interurbanas han aumentado la tarifa, con el argumento de la indiscriminada suba de los combustibles.
Desde la semana pasada ya empezaron a castigar a los usuarios, regulando el servicio de transporte público desde las 08:00 en horario matutino y a la tarde solamente hacían su recorrido por los barrios hasta las 15:00. El precio actual del pasaje es de G. 3.500 y piden que sea fijado en G. 5.000, alegando el aumento de los precios de los carburantes.
Arnaldo Riveros, uno de los integrantes de Asetrapace, ya había admitido que la medida que adoptan es antipopular, pero también calificó de la misma manera a la decisión gubernamental de la suba de los combustibles. Reclamó que las autoridades municipales no estudien el pedido de aumento del pasaje que han planteado.
Lamentablemente, los empresarios no ven la otra cara de la moneda, los buses obsoletos, con fallas mecánicas continuas, sin luces, asientos en pésimo estado y otras irregularidades que ya tuvieron consecuencias fatales. La cuota de responsabilidad de las autoridades municipales también está presente, por permitir que buses en pésimo estado brinden servicios a la ciudadanía.
“Diariamente realizamos un recorrido de 250 a 300 kilómetros y si nuestros colectivos no están en condiciones, no vamos a hacer ese recorrido, pero lo hacemos en cumplimiento con nuestros usuarios”, dijo el empresario, quien admitió que si son deficientes con la frecuencia, lo que es una irregularidad que está establecida en el contrato de prestación de servicios que rubrican con la municipalidad.
UN CASTIGO
Lamentablemente, el usuario es quien “paga el pato” en estos casos, porque la gran mayoría de los pobladores de Ciudad del Este, debe abordar el primer bus de la madrugada para ir a su puesto de trabajo y si no hay servicio, deberán pagar más caro a los choferes de furgonetas o vehículos particulares, para llegar a destino y cumplir con el empleador.
Lo mismo se da con los estudiantes que deben llegar a las escuelas y colegios, cuando que son personas que nada tienen que ver con el conflicto que se suscita. Los empresarios dicen que con el costo actual del diésel es imposible seguir operando y que con el aumento que solicitan, podrán cubrir mínimamente el costo operativo del servicio que brindan.
A mediados de junio, los miembros de la Junta Municipal han rechazado la suba del pasaje propuesta por la Asetrapace y fundamentaron la decisión en la serie de irregularidades verificadas en el servicio del transporte público, además de la crisis económica pos pandemia y por las malas condiciones del estado de los transportes públicos que operan en la ciudad.
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