Montevideo, Uruguay | AFP
En un partido que comenzó como para arrollar y terminó con el corazón en la boca, el uruguayo Nacional derrotó 2-1 este miércoles en Montevideo al venezolano Deportivo Táchira y alcanzó la punta del Grupo H de la Copa Libertadores 2024.
Este resultado no le conviene a los paraguayo Libertad ni Olimpia. Al Gumarelo, porque lo supera en el Grupo H de la Copa Libertadores y al Decano, porque se le acerca cada vez más en la tabla hacia el Mundial de Clubes 2025.
Los goles fueron marcados todos en el primer tiempo, entre los 14 y los 30 minutos.
Con este resultado Nacional llega provisionalmente a la primera posición en su serie, con seis puntos, los mismos que los argentinos de River Plate, que más tarde en la noche visitaban en Paraguay a Libertad, tercero con tres. Táchira sigue sin sumar.
– Parecía arrollador, pero… –
Luego de un comienzo relativamente parejo, con los venezolanos esperando en su campo para contraatacar con velocidad, poco tardó Nacional en ponerse en ventaja.
Lo hizo a los 14 por intermedio del argentino Alexis Castro, que tomó en el área chica una pelota peinada por el volante paraguayo Antonio Galeano tras córner desde la izquierda.
Nacional tenía espacios y los aprovechaba haciendo circular la pelota.
Así cayó el segundo a los 21: triangulación entre Gonzalo Carneiro, Mauricio Pereira y Galeano; disparo del paraguayo, el arquero Jesús Camargo tapa pero da rebote y Jeremía Recoba remata con el arco a su disposición.
Con su gol, el juvenil ratificaba que es mucho más que el hijo del DT y antiguo ídolo de Nacional Álvaro Recoba.
Cuando los locales dominaban por completo las acciones y daban la sensación de que se encaminaban a una goleada, su defensa se durmió en un córner y el uruguayo Haibrany Ruiz Díaz descontó de cabeza a los 30 para la visita.
Estimulado, el aurinegro se animó y Nacional acusó el golpe. El primer tiempo acabó con los tricolores superados futbolística y anímicamente.
– Gusto a muy poco –
A influjo del público y de un entonado Antonio Galeano, Nacional procuró al inicio del segundo período retomar su perdido protagonismo.
Un disparo desde fuera del área del paraguayo se fue apenas desviado, a los 50.
La defensa visitante lograba sin embargo contener a un Nacional que atacaba con muchos hombres pero con escasa prolijidad y eficacia.
El partido era intenso y tenía una gran cuota de (inesperada) incertidumbre.
Curiosamente, ninguno de los DT procedía a sustituciones de jugadores.
Los primeros cambios fueron a los 68, en filas visitantes, y casi dan resultado cuando dos minutos después el recién ingresado Franco Castillo escapó en velocidad y su disparo encontró bien parado al arquero panameño de Nacional Luis Mejía.
A los 84, el tricolor Felipe Cairus puso con habilidad el cuerpo para bloquear un potente disparo desde la izquierda y salvar lo que parecía el empate de los venezolanos.
Sobre el final, el goleador de Nacional, Ruben Bentacourt, se lo perdió de manera increíble en dos oportunidades, solo frente a Camargo.
El partido culminó con Táchira al ataque y el local a la desesperada.
Nacional debía ganar y ganó. Solo eso. Los aurinegros se marcharon de Montevideo sin nada pero con la frente bien alta.