Cerro Porteño derrotó 1-0 al Curicó Unido de Chile en juego por la fase 2 de la Copa Libertadores con un gol de Juan Patiño de cabeza casi sobre el final. El Ciclón tuvo un partido en el que nunca se sintió del todo cómodo siendo además impreciso, aunque siempre dominó las acciones y tuvo las principales chances.
El primer tiempo se basó en un Cerro incómodo que nunca dominó el juego como lo exige su jerarquía, aunque no era algo que sorprenda ya que Sava planteó un esquema que para cualquiera que haya visto a Cerro desde hace años resulta extraño:
Gabriel Báez ejerciendo de central siendo un lateral en lugar de Delvalle que originalmente parecía ser el obvio titular, además por ser un jugador de oficio en esa posición, el ingreso de Rivas como titular por izquierda con casi un año sin continuidad, y sobre todo, Beto Espínola prácticamente solo por derecha y sin ningún ayudante por esa banda a pesar de la disponibilidad de Enzo Giménez, su compañero natural. Esto último sobre todo entorpeció todos los ataques azulgranas, con un Pachi Carrizo que se supone debía ayudar a Beto pero que obvio no se sentía cómodo fuera de su zona habitual.
Pese a eso, y al susto que representó el gol de Curicó antes de los 20 que fue anulado vía VAR luego de unos innecesarios 8 minutos de revisión, no se puede decir que el Ciclón haya sufrido como tal, ya que la mayoría de los avances de importancia fueron del conjunto de Barrio Obrero, aunque eso sí, de manera desordenada y a veces forzada.
En el segundo tiempo, aunque el equipo de Sava pudo hilar varios ataques mucho más claros y mejor armados durante varios minutos, el trámite del juego no se modificó demasiado, solo que en esta ocasión fueron las malas decisiones para finalizar las jugadas las que impidieron que el Ciclón se ponga en ventaja. De estas Claudio Aquino y Federico Carrizo fueron de los principales protagonistas, y no sorprendieron sus reemplazos por Antonio Galeano y Braian Samudio a mitad de la segunda fracción.
Sin embargo, en los partidos los rivales también juegan y a los 76 Curicó encontró su única chance clara del partido, la cual fue salvada por el Beto Espínola con su abdomen, casi tocándola con la mano, con el arquero Miguel Martínez prácticamente vencido.
Como un ejemplo de las malas decisiones del Ciclón en la cancha de Curicó, se puede nombrar un tiro al arco demasiado débil de Ángel Lucena cuando tenía a Churín y a Moreno Martins en el área, y una atropellada con la pelota de Samudio cuando todo lo que había en frente eran camisetas blancas.
Por suerte para los de Sava, el mejor córner Azulgrana de la noche cayó justo en la cabeza de Patiño quien sobre el final alivió a todos los cerristas del país, asegurando una victoria que no se podía escapar debido al contexto y al rival. Como una muestra de la desesperación del DT argentino, justo mientras se preparaba el tiro de esquina que terminó en el 1-0, Fernando Fernández se estaba alistando para ingresar, muchos podrían considerar de manera extemporánea.

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