Tras la normalización del ISC en naftas, los emblemas privados subieron de precios, pese a que el Gobierno realizó varios cuestionamientos contra el sector. La suba es de G. 200 a G.  360 por litro. 

Como parte del fuego cruzado entre los emblemas privados y el Gobierno, que se inició por la suba del diésel común desde el viernes pasado, derivó en un nuevo aumento, esta vez incrementaron ayer los precios de las naftas.

La semana pasada ya se adelantaba que se evaluaría el impacto de la normalización del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) en las gasolinas, pero la guerra con el Ejecutivo pudo haber acelerado el incremento.

Tras las manifestaciones del ministro de Hacienda, Óscar Llamosas, y del viceministro de Economía, Ivan Haas, en Palacio de Gobierno, donde prácticamente responsabilizaban de la suba de precios a una decisión del sector privado, los emblemas empezaron a subir los precios.

De acuerdo con lo que se pudo observar en los tableros de precios de las estaciones de Petrobras y Shell, la nafta de 90 octanos por litro subió G. 200, de G. 7.300 a G. 7.500; la nafta de 95 octanos subió G. 360, de G. 7.900 a 8.260, y la nafta de 97 subió G. 290, de G. 8.900 a G. 9.190.

Recordemos que la normalización del ISC a las naftas se dio a conocer el jueves pasado, antes de eso la nafta virgen tenía una base presunta de G. 3.045 al que se le aplicaba una tasa del ISC del 20% y pagaba G. 609 por litro. Asimismo, la nafta 91 tenía una base presunta de G. 6.033 y se le aplicaba una tasa del ISC de 34%, por lo que se pagaba G. 2.051 de impuesto.

Actualmente, con la normalización de la base imponible del ISC, la nafta virgen volverá a pagar G. 738 por litro y la nafta 91 pagará de nuevo G. 2.312 por litro.

En el caso del diésel los emblemas trasladaron el reajuste de G. 125 al precio final, lo que aumentó a G. 9.025 el litro del gasoil.

El casi instantáneo traslado del reajuste del tributo al precio final despertó el malestar del Poder Ejecutivo, que previo a la normalización del impuesto, se reunió con representantes de los emblemas para acordar no subir los precios.

Sin embargo, tanto Petropar como el sector privado se mantuvieron en evaluar el impacto del reajuste en la estructura de costo, contradiciendo la versión de las autoridades que pretendían que el sector absorbiera la suba.

Incluso, el titular de Aduanas, Julio Fernández, publicó un comparativo de las importaciones de diésel que se dieron en diciembre, las cuales se duplicaron en comparación a diciembre del 2021. Según Fernández, las importadoras, previendo el reajuste del tributo, realizaron compras de importantes volúmenes y, pese a ello, igual aumentaron de precio, mientras que el Gobierno sacrificó millones de dólares en recaudación para que no subieran los precios.

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