Una comitiva allanó un lujoso country en Alto Paraná buscando a un hombre con pedido de captura del Brasil, que tenía orden judicial de no ser molestado por la Policía en Paraguay.
Uno de los narcotraficantes más buscados en Brasil, Lindomar Reges Furtado, con 67 procesos en el vecino país, logró evadir ayer a la comitiva fiscal y agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas que pretendió allanar el complejo donde vivía en Hernandarias. Otro buscado, Marcos Espindola, cayó en Foz de Yguazú, Brasil. El frustrado operativo era parte de una investigación internacional, que llevó 18 meses, para desarticular una estructura que enviaba toneladas de cocaína a Europa.
Reges Furtado residía en el Paraná Country Club (PCC), cuyos guardias de seguridad, de una manera inconcebible, demoraron por ocho minutos el ingreso de los intervinientes. Se trata de Miguel Paniagua Mello y Eusebio Cáceres Benitez, quienes están detenidos e investigados por facilitar la fuga, También quedó detenida Gladys Duarte, pareja del brasileño, y el brasileño Karl Andressa Guimaraes.
Los fiscales Manuel Doldán, Manuel Rojas Rodríguez y Elvio Aguilera, con agentes de la Senad, allanaron ayer en forma simultánea una lujosa residencia y una fábrica de blindados denominado Black Eagle, en el Parque Industrial San Juan, del kilómetro 8 Acaray de Ciudad del Este.
La comitiva se incautó de equipos informáticos y documentos, además de armas, municiones y teléfonos celulares durante los allanamientos. Sin embargo, no pudo capturar a Lindomar Reges Furtado, porque éste, minutos antes que lleguen a su domicilio, salió en una camioneta Toyota Hilux azul, guiada por su pareja, Gladys Duarte. El rápido acceso al local fue impedido por los guardias del PCC, ahora investigados.
Duarte es ex pareja del narco detenido en el Brasil en el año 2020, Marcio Luis Davalos Segovia, cuñado de Tomás Rojas Cañete, alias Toma´i, líder de un clan familiar condenado por narcotráfico a varios años de prisión. El fiscal Rojas Rodríguez confirmó la información.
COMPLEJA. La compleja organización criminal operaba en Latinoamérica, Europa y Oriente Medio, atendiendo a la investigación iniciada hace 18 meses, conforme al reporte de la Policía Federal del Brasil. Los investigadores interceptaron ocho toneladas de cocaína que tenían como destino el Viejo Mundo, además de la requisa de 11 millones de reales (G. 13.750 millones), antes de saltar la operación, informó la Policía Federal.
La cocaína era comprada en Bolivia y Colombia y transportada al Brasil a través de Paraguay; luego era enviada a España y otros países.
Furtado tenía un hábeas corpus preventivo otorgado por el juez Penal de Garantías Carlos Vera Ruíz, en el año 2020. El magistrado prohibió a uniformados a detenerlo a menos que sea en flagrancia.
La Fiscalía, Interpol y Policía informaron que no había nada
Tanto la Fiscalía como la Interpol y la Policía Nacional informaron al juez Carlos Vera Ruiz que no había ni denuncias ni orden de captura o investigación en contra de Lindomar Reges Furtado.
De esta manera, según el juez, concedió el hábeas corpus preventivo en febrero del 2020 a favor del brasileño, que había denunciado que tanto la Policía de Ciudad del Este como de Hernandarias le habían detenido y tratado de extorsionar, amenazándole que lo iban a detener.
Según el magistrado, no es que no se pudiera detener, sino que eso es si es que no se cumplen los requisitos legales. Es decir, si había flagrancia o una orden fiscal o de juez competente, sí podía ser detenido.
El magistrado indicó que pidió los informes correspondientes a la Fiscalía, que en su nota del 19 de febrero de ese año, firmada por Ana Carmen Coronil, encargada de denuncias, señaló que no había denuncias contra el brasileño.
Por su parte, el jefe del Departamento de Investigaciones del Alto Paraná, comisario principal Andrés Flores, informó que el brasileño no tenía ni antecedentes ni captura pendiente. Finalmente, en la Interpol, el comisario Luis Benítez informó que el brasileño no se hallaba registrado ni con captura pendiente.
- Édgar Medina
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