Literalmente, Ciudad del Este se vio afectada por un diluvio que provocó el desborde de los arroyos Amambay y Acaraymí, las principales fuentes de agua de la ciudad. Como consecuencia, cientos de viviendas resultaron anegadas en los barrios 23 de Octubre, San Alfredo, Che La Reina, La Victoria y San Agustín. La crecida fue rápida y los daños son millonarios. Muchos perdieron todo, incluidos electrodomésticos, como heladeras, televisores, motocicletas y lavarropas, entre otras pertenencias.
El Lago de la República se desbordó totalmente. El agua, que tiene su origen en su principal afluente, el arroyo Amambay, llegó al espejo de agua con fuerza, haciendo que los desagües del dique de contención no sean suficientes para evacuar el caudal, por lo que cruzó la doble avenida Concejal Romero, generando una imagen pocas veces vistas en la ciudad.
Además del exceso de agua, la acumulación de basura en toda la ciudad obstruyó los arroyos y los desagües, lo que provocó inundaciones en muchas calles y avenidas. Los Bomberos Voluntarios no pudieron atender todas las llamadas de emergencia, con vehículos y personas atrapadas en varias partes de la ciudad. Vehículos con personas atrapadas, se repitieron en varias calles de la ciudad.
La calle entre el Centro Regional de Educación “Dr. Gaspar Rodríguez de Francia” y la Gobernación de Alto Paraná quedó totalmente inundada. Varios vehículos quedaron atrapados, con personas en su interior, y fueron rescatados por los Bomberos. La misma escena se repitió en la avenida Amado Benítez Gamarra, que fue cubierta por el agua a la altura del puente que cruza el arroyo Amambay.
En el microcentro, un joven fue arrastrado por las fuerzas del raudal en la zona baja de la avenida Adrián Jara que, como es habitual, se vio inundada. La escena fue grabada y compartida en redes sociales.
FUERTES VIENTOS Y GRANIZADAS
En la madrugada del viernes, fuertes ráfagas de viento y granizo azotaron la zona, causando daños en más de 120 viviendas al oeste del departamento. En el distrito de Juan León Mallorquín, el viento derribó los techos de unas 50 viviendas en áreas urbanas y unas 20 en zonas rurales.
En el municipio vecino de Juan Emilio O’Leary, alrededor de 50 casas sufrieron daños causados por el granizo. En este distrito, el problema no fue el viento, sino los granizos, que destruyeron los techos de muchas viviendas, muchas de ellas pertenecientes a personas de bajos recursos.
La ayuda de Itaipu Binacional y Emergencia Nacional tuvo dificultades para llegar a las familias afectadas debido a que la lluvia continuó durante todo el día del sábado. Los esfuerzos de socorro continúan en la fecha actual, y los daños son significativos.