Las recientes incertidumbres relacionadas con la moneda argentina han tenido un impacto en los comercios, restaurantes y sitios turísticos en ciudades fronterizas como Foz de Yguazú, Brasil, y Ciudad del Este, Paraguay. La inestabilidad del peso argentino, acentuada tras las elecciones primarias del 13 de agosto, ha llevado a numerosos establecimientos de ambos municipios a dejar de aceptar el peso como forma de pago.

Según medios digitales en Foz de Yguazú, diversos restaurantes ubicados en zonas turísticas clave, como la avenida Jorge Schimmelpfeng, han comenzado a exhibir carteles en las últimas semanas informando a los visitantes sobre este cambio. Hasta hace poco, aunque con un valor ligeramente inferior, el peso argentino era aceptado como una manera de atraer a los clientes provenientes de este país.

En Ciudad del Este, donde el público argentino constituye una minoría entre los visitantes, muchos de los establecimientos que solían aceptar el peso argentino han dejado de hacerlo. Esto se debe a la creciente dificultad para convertir esta moneda en guaraníes, dólares o reales. Muchas casas de cambio han suspendido sus operaciones con la moneda argentina.

El 14 de este mes, luego de los resultados de las primarias presidenciales que posicionaron al candidato ultraderechista Javier Milei como el más votado, el gobierno argentino se vio forzado a devaluar el peso en un 22%. Esta medida también vino acompañada de un incremento en las tasas de interés anuales en 21 puntos porcentuales.

REFLEJO

La situación cambiaria actual se refleja en los valores de las monedas extranjeras en relación con el peso argentino. Hasta el día de hoy, el dólar oficial se cotiza en Argentina a USD 365,50, mientras que el dólar paralelo, conocido como “dólar blue”, se encuentra a USD 730, casi el doble del valor oficial. En Foz de Yguazú, el real, que anteriormente se cambiaba a 71,48 pesos al tipo de cambio oficial, ahora se cambia por 120 a 125 pesos por real en promedio.

La incertidumbre en torno al tipo de cambio ha creado un panorama incierto para los establecimientos comerciales y turísticos en Foz y Ciudad del Este, si bien económicamente en esta última ciudad no tiene ningún impacto.

Sin embargo, los actores económicos en estas ciudades fronterizas están lidiando con las implicaciones de estas fluctuaciones y tomando medidas para adaptarse a esta nueva realidad cambiaria en la región.

NO ES ALGO NUEVO

A pesar de que el tema ahora cobra fuerza en los medios de comunicación, no es algo nuevo para Ciudad del Este. Según los datos, el 90% de los grandes comercios dejaron de operar con el peso argentino hace mucho tiempo debido a las constantes devaluaciones, que se acentuaron aún más durante la pandemia del Covid-19.

Los clientes tienen que cambiar a dólares y luego volver para pagar sus compras. En el caso de los vendedores ambulantes, muchos siguen aceptando el peso argentino para no perder clientes.

Otras fuentes consultadas señalan que los argentinos que vienen a realizar compras no son muchos. Cuando vienen, lo hacen en grupo, pero con la constante devaluación del peso, la presencia de compradores en este momento se ha reducido al mínimo, por la sencilla razón de que todo aquí les resulta demasiado caro.