HERNANDARIAS. Un malviviente que ya cuenta con antecedentes delictivos y que tenía en zozobra a algunos vecinos recibió una paliza luego de ser capturado por su víctima y un grupo de vecinos. El ladrón había ingresado a una vivienda para hurtar algunas herramientas que posteriormente vendió al dueño de un taller de motos, quien aparentemente sabía que los objetos eran producto de un ilícito. Los policías llegaron hasta el taller y recuperaron las evidencias, pero el presunto reducidor no pudo ser aprehendido. Ocurrió el viernes a las 00:40 horas en el barrio San Ignacio.

El que recibió un correctivo y posteriormente quedó encerrado dentro de una celda es el malviviente Pedro Pablo Merlo Ozuna (25), vecino del mencionado barrio, quien cuenta con un antecedente por hurto agravado en el 2017. El mismo fue entregado a personal de la Comisaría 24, donde el ciudadano Sergio Emidio Montanía Alonzo (28) lo denunció por el hurto de una pistola eléctrica y una caja de llaves.

Según los datos el ladrón ingresó a la propiedad del denunciante para hurtar los mencionados objetos y logró escapar. Posteriormente el afectado lo reconoció y pidió ayuda de un grupo de vecinos para poder capturarlo. Una vez que lo encontraron le propinaron una paliza y lo maniataron para que no pueda escapar, alertando a la Policía Nacional sobre lo sucedido.

Tras la intervención policial, el malviviente confesó que vendió los objetos hurtados a Miguel Ángel Flores Godoy, propietario de un taller de motocicletas. El ladrón llevó a los policías hasta el lugar. Al ver la patrullera frente a su local, el mecánico lanzó por encima de la muralla las evidencias, evidenciando que tenía conocimiento que eran productos de algún ilícito. Los objetos fueron recuperados y devueltos a su propietario, mientras que el ladrón garroteado por los vecinos tuvo que ser llevado a un hospital antes de quedar encerrado.