El Monseñor Guillermo Steckling, obispo de la Diócesis de Ciudad del Este agradeció a los fieles que se han movilizado en defensa de la vida, el matrimonio y la familia. El religioso comparó la caminata realizada el fin de semana, con la fe que se necesita, que con solo ser como el grano de mostaza puede servir para que Jesús pueda obrar más allá de las posibilidades humanas. Steckling indicó que la movilización, con el rezo del rosario y la misa fueron como la muestra de una confianza activa de los fieles que pidieron, y que ahora esperan la justicia de parte del Señor.
La Diócesis de Ciudad del Este destacó la participación de un multitud de personas pertenecientes a diferentes grupos y movimientos católicos, el domingo, en la caminata en Defensa de la Vida y la Familia organizada por el Movimiento Familiar Cristiano (MFC).
El Obispo, Mons. Guillermo Steckling, agradeció a la comunidad católica por organizar y participar del evento, que fue realizado en defensa de la vida, el matrimonio y la familia.
El religioso si bien, no mencionó el Plan de Transformación Educativa o a la ideología de género, indicó en un momento dado, “respetamos lo que cree esta gente, pero les pedimos que por favor no se mezclen con alguna actividad pública”. Prosiguió refiriendo, “pueden interesarse por la política, por la economía, por la parte laboral, que son creencias, y la mentalidad del mundo”.
Mientras que, recordó que para los cristianos, lo más importante debe ser siempre la familia, por lo que los instó a no dejarla nunca de lado.
Steckling continuó diciendo que, la justicia es presentada con una imagen alegórica de una mujer con los ojos vendados, portando una balanza en su mano. Refirió que una imagen similar podría también representar a la fe, “La fe es la garantía de los bienes que se esperan, la plena certeza de las realidades que no se ven”. Agregó que, si bien, con la caminata es difícil ganarle a 300 millones de dólares, esta simple actitud con fe, con la confianza y la fuerza de convicción en Dios, nunca será vencida.
Por último, destacó la importancia del perdón, “Si tu hermano falla, repréndelo, pero después perdónalo”, sostuvo. Finalizó instando a pedir a Jesús que aumente nuestra fe, para transformar y abandonarnos en plena confianza en él.