Rodrigo Florentín Dávalos fue condenado a 4 años y 6 meses de cárcel por el doble homicidio ocurrido en marzo del 2019 en el Paraná Country Club de Hernandarias hecho que ocurrió en defensa de su madre.
Dominga Dávalos venía sufriendo abusos de todo tipo por parte de su pareja Osvaldo González, entre manipulación, humillación, violencia psicológica y física, situación entre ambos empeoró cuando Dominga y Rodrigo descubrieron la infidelidad de Osvaldo.
Dominga recurrió a la iglesia en busca de ayuda y el pastor le dijo: «orá por tu marido, tenes que perdonarle», estas declaraciones reafirman la sociedad violenta y machista que habitamos, donde no hay garantías ni protección, solo complicidad.
Rodrigo es víctima de un Estado que le falló a él y a Dominga, quién primeramente fue amenazada con un arma en la cabeza por parte de Osvaldo, va e intenta hacer la denuncia en la comisaría pero no le toman, porque «es legal portar armas dentro de la casa», esto fue el comienzo.
Cuando Dominga regresa a la casa con Rodrigo en busca de sus pertenencias, es increpada por Osvaldo y el hermano de este, Nelson. El hermano retiene a Rodrigo con un arma apuntándolo a la cabeza, mientras Osvaldo golpea salvajemente a Dominga hasta el punto de convulsionar.
En un descuido del hermano, Rodrigo reacciona y con un arma que había encontrado, dispara a ambos hombres, en su instinto por salvar la vida de su madre y la suya.
Todo se reduce a que actuó en legítima defensa, y que el Estado en su momento, no hizo nada para protegerlos.
Tras la lectura de la sentencia, la madre del joven Rodrigo agradeció a Dios porque se pudo hacer justicia y afirma que su hijo solo la defendió.
«Yo siempre creí en Dios, que llegaría este día y se haría justicia».