Dos milicianos islámicos murieron en las últimas horas en las protestas por la muerte de Mahsa Amin, que una noche más sacudieron Irán con choques con las fuerzas de seguridad, comisarías quemadas y gritos de libertad.
Las agencias Tasnim e IRNA informaron de la muerte durante la madrugada de dos basijis (voluntarios islámicos) en choques con los manifestantes, lo que eleva el número de víctimas mortales a ocho, según las autoridades.
“El basiji Abas Khaleghi fue asesinado anoche a tiros por alborotadores y perturbadores”, dijo el vicegobernador de la provincia Qazvin, Abolhasan Kabiri, según Tasnim, vinculada a la Guardia Revolucionaria.
Por su parte, la estatal IRAN informó de la muerte de otro basiji en la ciudad de Mashad, la capital espiritual de Irán, apuñalado.
Los basijis habían salido a las calles “espontáneamente” para controlar los disturbios, que también afectan a esta urbe del noreste del país, según el relato de IRNA.
En el resto del país, los manifestantes prendieron fuego al menos a dos comisarías y una multitud de vehículos.
Videos compartidos en Twitter por activistas y periodistas mostraron protestas en numerosas ciudades del país una noche más, pero su autenticidad no está verificada.
En la ciudad de Rasht, en el noroeste, una mujer anciana marchó sin velo mientras gritaba “muerte al dictador”, según mostró uno de los videos.
El Gobierno bloqueó anoche el internet móvil casi completamente y limitó aplicaciones, como WhatsApp e Instagram, en un aparente intento por controlar las protestas.
Amini fue detenida el martes de la pasada semana por la llamada Policía de la Moral en Teherán, donde se encontraba de visita, y fue trasladada a una comisaría para asistir a «una hora de reeducación» por llevar mal el velo.
Murió tres días más tarde en un hospital adonde llegó en coma tras sufrir un ataque al corazón, que las autoridades han atribuido a problemas de salud, algo rechazado por la familia.
Las autoridades insisten en que las protestas están incitadas por el «enemigo extranjero» con la intervención de embajadas y servicios de inteligencia de otros países.
Fuente: EFE