Unas siete personas, quienes estaban compartiendo box con el objetivo principal del atentado en el festival Ja’umina, en San Bernardino, además del presunto sicario, con el que serían ocho personas en total, fueron identificadas por la Fiscalía y cuentan con órdenes de detención.
La Fiscalía informó este viernes que unas siete personas, quienes compartían box con el abatido Marcos Ignacio Rojas, principal objetivo del atentado durante el trágico concierto de Ja’umina en San Bernardino, del 30 de enero pasado, cuentan con órdenes de detención. Además, se suma a la lista una octava persona, que sería el presunto autor de los disparos.
Se trata de Victorino Gómez Paredes, de 44 años, alias Vitó; Milciades Pedra Gómez, de 28 años, alias Oso Riquillo; Juan Carlos Gómez Gómez, de 41 años, alias Señor de las armas; y Marlene Ríos Carballo, de 33 años, alias Marly.
Se presume que Victorino Gómez fue quien entregó a la víctima al sicario, ya que le dio un abrazo, como señal de identificarlo. Foto: Captura NPY.
También figuran en la lista Norma Beatriz Rojas Benítez, de 38 años, alias Normy o Norma Menezes; María Adaliz Araújo Ramírez, de 33 años, alias Adi; y Juan Gabino Vera, de 34 años, alias Peterson Show.
La Policía Nacional informó que identificó al presunto sicario cuya identidad es Wilson Villasboa Peralta, quien tendría solo 18 años. Hasta el momento, el sospechoso sigue con paradero desconocido.
En una imagen de circuito cerrado se observa a Victorino Gómez Paredes salir del anfiteatro José Asunción Flores hablando por celular, en compañía de su pareja y su hijo, tras los disparos fatales contra Rojas, en lugar de auxiliarlo.
Las mujeres también cuentan con órdenes de captura. Foto: Captura NPY.
Los investigadores señalan que su actitud es sospechosa, ya que en los días previos habrían compartido en un inmueble que Gómez alquiló en San Bernardino e incluso, en el día del atentado, almorzaron juntos, informó NPY.
Se presume que Victorino Gómez fue quien entregó a la víctima al sicario, ya que le dio un abrazo, como señal para identificarlo.
Estas personas estuvieron compartiendo box con el abatido Marcos Rojas en el concierto de Ja’umina en San Bernardino. Foto: Captura NPY.
El fiscal Lorenzo Lezcano, de la Unidad Especializada contra el Crimen Organizado, señaló este viernes que tienen imágenes analizadas por el equipo de investigación que sitúan a estas ocho personas, que integraban el box, muy cerca del lugar donde Marcos Rojas recibió los disparos.
Juan Gabino Vera es otra de la persona que cuenta con orden de captura en el marco de la investigación. Foto: Captura NPY.
El caso del atentado
El 30 de enero pasado, en el interior del anfiteatro José Asunción Flores de la ciudad de San Bernardino, Departamento de Cordillera, se estaba desarrollando un festival musical denominado Ja’umina y siendo las 21:50 aproximadamente, varias personas –que se encontraban en la zona de los camarotes Face’s– se trasladaron hasta la zona de los baños y la cantina.
En ese ínterin, un hombre efectuó varios disparos con arma de fuego contra Marcos Rojas, quien perdió la vida en el sitio tras recibir ocho impactos de proyectiles.
En aquel hecho también falleció Cristina Isabel Aranda Torres, también conocida como Vita, y resultaron heridos José Luis Bogado Quevedo, Marcelo Eladio Monteggia Díaz, Xoana Barrientos, Jorge Benítez y Sady Aline Bonzi.
Tras efectuar los disparos, el sicario se habría dado a la fuga, saltando la muralla hacia una zona boscosa, según relataron varios testigos del lugar.
Hasta el momento solo fueron detenidos Alcides Dejesús Villasboa Peralta, alias Ropero, de 42 años, presunto autor moral del atentado y el personal policial Júnior Michel Peralta Díaz, de 32 años, quien habría trasladado al sicario hasta el anfiteatro José Asunción Flores.
Ambos ya guardan prisión preventiva tras ser imputados por los presuntos hechos de homicidio doloso, lesión grave, asociación criminal y producción de riesgos comunes.
El móvil del crimen
Los intervinientes señalan que la víctima fatal Marcos Rojas era miembro del Primer Comando Capital (PCC), así como el principal sospechoso de su muerte, Alcides Villasboa.
La principal hipótesis que se maneja es que Villasboa debía dinero a Rojas, quien le habría proveído de 18 kilos de cocaína a USD 3.600 el kilo; es decir, USD 64.800 en total.
Rojas, según la versión de los intervinientes, realizó varios reclamos a Villasboa para que le pague la deuda y este, al parecer, no hizo caso. Entonces, recurrió al Cuadro de Disciplina del PCC para que pueda mediar en el caso.
Los altos miembros de la organización emplazaron a ambos para que arreglen su situación, presumen los investigadores. Este hecho habría molestado a Villasboa y supuestamente lo llevó a decretar la muerte de Rojas.