La refinería de biocombustible que se instala en el país comenzaría a operar en 2024. De acuerdo con el MIC, se espera que el diésel verde reemplace a los combustibles derivados del petróleo.
La planta de Omega Green en Paraguay iniciaría su producción de diésel verde en el año 2024 y con ello supuestamente se espera que los combustibles derivados del petróleo sean reemplazados, según adelantaron desde el Ministerio de Industria y Comercio (MIC).
Con la opción del biodiésel se podrán utilizar combustibles de bajo carbón y reemplazar la dependencia de este producto en el largo plazo, evitando, a su vez, mayor contaminación, detalló en conferencia de prensa Pedro Mancuello, viceministro de Comercios y Servicios del MIC.
“El diésel de los vehículos que se importan y que es contaminante podríamos directamente reemplazar por un biodiésel de alta calidad hecho localmente desde el 2024 con aceite vegetal e hidrógeno”, dijo el funcionario, recordando que la planta de Omega Green está siendo instalada en la ciudad de Villeta, en el Departamento Central.
A su vez, manifestó que es necesario “transformar el transporte público deficiente en uno movido a energía renovable”, empleando nuestra propia energía eléctrica, junto con otras tecnologías, a fin de dejar de depender del petróleo, lo que, a su vez, impactaría en la economía nacional.
La planta de Omega Green se instalará en el país mediante el compromiso de la multinacional ECB Group, que anunció la edificación de la refinería en setiembre de 2019. La firma ya suscribió contratos de venta de producción con Shell y British Petroleum, abarcando ya el 90% de su producción.
La inversión de la refinería de biocombustible consta de USD 1.000 millones y tendrá como objetivo la fabricación del diésel verde, la nafta de aviación y green naptha, además de coproductos como nafta y gas licuado de petróleo, utilizando como materia prima aceite de soja y grasa animal.
Una red de organizaciones ambientalistas realizó un estudio en el que se advirtió que la construcción de la enorme refinería de biocombustible brasileña en el territorio paraguayo representaría una amenaza a los medios de vida y los ecosistemas locales.
En el documento se destaca que la instalación industrial en construcción no compensa con la escasa demanda de agrocombustibles para la aviación en Paraguay, lo que «significa que este combustible va a producirse para aviones ajenos, mientras que las poblaciones locales y los ecosistemas sufren las consecuencias del monocultivo problemático».
Asimismo, el estudio recuerda que la región del Chaco paraguayo ya sufre uno de los mayores índices de deforestación del mundo y que el país es un ejemplo flagrante de producción insostenible de agrocombustibles.
Los autores de la investigación advirtieron que la planta traerá más destrucción, sufrimiento y expansión del agronegocio insostenible, que perpetúa la extinción de los pueblos nativos paraguayos solo para producir combustible para aviones ajenos.