La ministra de justicia resaltó que es por el régimen de incomunicación con que se manejan. Adelantó que con la habilitación del pabellón de máxima seguridad se logrará el mismo efecto.
La Ministra de Justicia Cecilia Pérez afirmó que la mayoría de las personas privadas de libertad (PPL) de nacionalidad brasileña y que cuentan con causas por extradición, rechazan la misma por el régimen estricto y de incomunicación con que se manejan las penitenciarías federales del vecino país.
Al respecto manifestó, que son muy pocos los que aceptan la extradición, si es que se encuentran con causas para el efecto. “Los reos que son considerados de alta peligrosidad y si tienen causas muy grandes obviamente serán llevados a las cárceles federales”, refirió.
Es en este punto donde se encuentra la respuesta a los intentos de las PPL para que su extradición no sea efectiva, pues así como señala la Ministra de Justicia, “Esto es lo que no quieren porque allí (penitenciaría federal) estarán incomunicados”, dijo.
Adelantó que este es el objetivo del Ministerio de Justicia con la construcción del pabellón de máxima seguridad en cada cárcel que se encuentra en sus etapas de finalización. “Y que los que entren allí estén con ese régimen (el brasileño)” detalló.
Penitenciarías. Otro de los objetivos del Ministerio es inaugurar para este año una de las penitenciarías, y la que está más próxima, según lo confirmó Pérez, es una de las dos que se encuentra en la ciudad de Emboscada. La misma registra un avance del 90% en la construcción de 8 bloques, 7 de ellos para celdas comunes y 1 de máxima seguridad.
La de Minga Guazú está casi terminada pero roza con el inconveniente de la potabilidad del agua. A decir de la Ministra, este tema es un drama particular de la zona misma, es agua contaminada y al no encontrar la vena correcta se deberá construir una planta de tratamiento de aguas y eso llevará más tiempo.
Por ese motivo, la prioridad está en Emboscada que no tiene el problema de agua “Queremos habilitarla ya para el mes de julio. Solo esperamos a que termine la parte edilicia para iniciar la etapa de equipamiento, pero se debe terminar bien y limpio de polvo porque eso puede terminar averiando los equipos de tecnología que son delicados”, subrayó la Ministra.
La etapa de equipamiento estaría a cargo del Parque Tecnológico Itaipu (PTI), entidad que desarrolló el proyecto técnico.
Reforma. Con la habilitación de las tres nuevas penitenciarias se va a descomprimir las demás, y se van a dejar sentadas las bases para el proceso de reforma, no se resolverá el problema pero se logrará la separación de los procesados de los condenados, afirmó.
Actualización. Desde setiembre de 2019 rige la Ley 6.365/19 que declara en situación de emergencia a todas las penitenciarías del país, ante los casos de fugas, amotinamientos y disputas entre grupos criminales rivales dentro de las cárceles.
La Ley permitió el financiamiento para la construcción de nuevos centros penitenciarios y la utilización de las fuerzas públicas en los perímetros de las cárceles, de ser necesario.
Al respecto, el viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia, Rubén Maciel Guerreño, señaló para nuestro medio que. “Las nuevas penitenciarías están hechas básicamente de hormigón armado en las que por ejemplo los focos y demás artefactos están embutidos y es imposible que los reos puedan hacer cualquier tipo de manipulación de las mismas”, aseguro.
Un factor que incide en la seguridad interna es que de repente las cámaras dejan de funcionar o son movidas de su posición habitual. “Esta es una situación cotidiana, y en ese ínterin en que se restablece el servicio o se vuelve a ubicar correctamente la cámara, ya pasó lo que no tenía que haber ocurrido” detalló.
En cambio, en las nuevas cárceles cada detalle fue pensado y para evitar cualquier inconveniente.
Túneles. Según el viceministro, los túneles serán imposibles de hacer porque cuenta con un cimiento de más de metro y medio de hormigón armado. “Un martillo neumático van a necesitar para poder cavar algo” resaltó.
El gran problema de las antiguas penitenciarías es que no fueron concebidas como las que en este momento están en su etapa de acabado, con la finalidad anti bandálica, o con niveles de seguridad que eviten la intervención humana. “Si bien algunas de ellas son relativamente nuevas, en el sentido de que hace diez años están, su arquitectura y los materiales utilizados no fueron pensados precisamente para evitar los problemas que actualmente tenemos”, señaló el viceministro.
Cárceles de Brasil amedrentan a reos
El consultor periodístico, doctor Carlos Alberto Di Franco manifestó, que la razón del miedo de los delincuentes hacia las cárceles de máxima seguridad de Brasil, es que estas los amedrentan. Los mantiene totalmente sin contacto externo.
El bloqueo a celulares es completo y el régimen es muy rigoroso.
No consiguen, como suele suceder en otros sitios, comunicarse con su gente que está fuera. Y mucho menos pueden seguir comandando las actividades ilícitas de sus organizaciones.