La construcción de la Casa de la Cultura es una megaobra encarada por la Gobernación del Alto Paraná, que demandará una inversión de más de G. 7.854 millones de recursos del Fonacide. Pese a la importancia de la obra y la multimillonaria inversión, la auditoría y fiscalización no se hizo como corresponde, por lo que se puede presumir cualquier cantidad de defectos en la ejecución de los trabajos. Fue uno de los puntos cuestionados, por lo que se pidió el rechazo de la ejecución presupuestaria 2021 del gobernador Roberto González Vaesken (ANR). Los concejales serviles aprobaron el balance sin un verdadero análisis de la utilización del dinero público.
Se trata de una obra que fue adjudicada a la empresa Constru Tec, de Juan Vicente Martínez, en un proceso de llamado a licitación pública nacional ejecutada por la Gobernación del Alto Paraná, con dinero del Fonacide.
En el dictamen de la comisión de hacienda de la Junta Departamental, se recomendó rechazar la ejecución presupuestaria, argumentando, entre otros puntos, la falta de auditoría y fiscalización adecuadas para tan importante edificación, pero que aun así la Gobernación hizo un desembolso de G. 1.094 millones como parte del pago. El dictamen, elaborado en parte por la concejal Sandra Miranda (PQ), señala las irregularidades.
“Esta obra de gran magnitud también ha evadido la fiscalización, pero la administración departamental ha desembolsado millonarias sumas del Fonacide, sin que hubieran ejercido los mínimos controles para aprobar dicha erogación”, explica Miranda. Esto sin que la obra haya tenido el avance que se requiere para tal pago.
En otra parte del informe, también señala que en 11 días corridos después de la orden de inicio de la obra, ya se realizó el desembolso, siendo imposible que se hayan realizado todos los trabajos exigidos en el contrato para hacer dicho pago.
“Se puede observar que la primera certificación de obra no fue auditada como corresponde, pues cualquier aprendiz de auditor podría percibir, aun sin salir de su escritorio, que todos los trabajos que figuran realizados al 100%, son imposibles de realizar en un tiempo récord de 11 días corridos, desde que se emitiera la orden de inicio, en fecha 7 de diciembre del 2021, hasta el 18 de diciembre del mismo año, fecha en la que el secretario de obras, Miguel Restaino, certificó haber verificado y medido la obra, garantizando que todos los trabajos se están ejecutando en plazo y en forma”, señala.
Agrega: “Al observar las fotos es más que evidente que la certificación de la obra no correspondía. Posteriormente, la concejal también cuestiona que el gobernador no remitió más certificaciones de obra para que se realice la labor de control.
El pasado martes, 17 concejales serviles a González Vaesken aprobaron la ejecución presupuestaria 2021, habiendo numerosas críticas por las irregularidades halladas, y además de otros puntos que no pudieron ser analizados, porque el gobernador evitó proveer la documentación para que se realice la función de controlar.
LA CLAVE