En el marco de la operación “Lago Seguro”, la Policía Federal de Foz de Yguazú, con apoyo del Batallón de Frontera, el Batallón de Operaciones Especiales y la Policía Civil, se procedió a la destrucción de 20 puertos clandestinos en las márgenes del lago Itaipu, en la región de Santa Helena, Brasil. Estos sitios eran utilizados por contrabandistas y traficantes que operan en la región de las Tres Fronteras.
Por estos puertos no habilitados ingresan al Brasil de manera ilegal grandes cargamentos de cigarrillos, cubiertas, electrónicos y drogas de diversos tipos. Son transportados desde la costa paraguaya en embarcaciones especialmente preparadas para el efecto, que luego son cargados en vehículos y siguen ruta hacia diversas regiones del Brasil.
Los atracaderos fueron previamente mapeados gracias a un trabajo de seguimiento e inteligencia de los organismos involucrados en la operación. Fueron cerrados con ayuda de tractores que realizan un movimiento de suelo en los accesos, dificultando su uso por parte de los contrabandistas y traficantes.
“Este trabajo forma parte de las acciones de combate contra la criminalidad en la región de frontera, dificultando el transporte de material ilícito y su entrada al país. Además de eso, demostramos compromiso y la presencia de las fuerzas de seguridad en la región del municipios linderos al lago Itaipu”, refiere en un comunicado de prensa la Policía Federal.
La misma fuente señala que la operación también tiene como foco la protección del medio ambiente, ya que la construcción de puertos clandestinos y en la apertura de accesos al lago de Itaipu también se destruyen importantes coberturas boscosas, contaminando con todo tipo de basura, como aceite mineral, combustible y agroquímicos.
MÁS PROCEDIMIENTOS
Según la Policía Federal, aún en lo que resta del año se tiene previsto realizar otras incursiones con el objetivo de frenar la actividad ilícita a través del embalse de la binacional. Trabajos similares ya se realizan entre Foz de Yguazú (Brasil) y Ciudad del Este (Paraguay) en las márgenes del río Paraná, otra vía de acceso usada con frecuencia para la travesía de todo tipo de productos de un país a otro.
El lago Itaipu fue formado artificialmente en 1982 para ser el reservorio de la Usina Hidroeléctrica. Desde mediados de los años 90, se convirtió en la principal ruta usada por los narcotraficantes y contrabandistas para ingresar sus productos al mercado brasileño.
Levantamiento realizados por el Batallón de Frontera (BPFron) y otras fuerzas de seguridad muestran que ya fueron mapeados más de 250 puertos clandestinos entre Foz de Yguazú y Guaíra. Buena parte de ellas ya fueron destruidas en operaciones, pero la insistencia de los traficantes hace que el trabajo sea constante ya que muchas áreas acaban siendo reconstruidas.
Con las constantes intervenciones en la aduana de Puente de la Amistad, el uso de embarcaciones para cruzar por agua al Brasil se extendió con mucha fuerza a lo largo de estos años. Según las autoridades, 80 % de las mercaderías ilegales que salen del Paraguay llegan al Brasil por medio del agua.
En algunos puestos, los criminales logran cruzar la frontera en solamente cinco minutos. En embarcaciones, son transportados cigarrillos y agroquímicos contrabandeados, además de armas y drogas, que abastecen grandes capitales, como Río de Janeiro y Sao Paulo.
De acuerdo con las fuerzas de seguridad brasileñas, normalmente el río Paraná y el lago Itaipu, el contrabando traído por agua sigue camino a sus destinos finales a través de vehículos utilizando la BR277, principal vía de salida del Foz de Yguazú y Cascavel, desde donde después es distribuido al resto del Brasil.
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