La Policía Turística intervino el último fin de semana en dos hechos graves perpetrados contra turistas brasileños en Ciudad del Este, sin embargo, el Ministerio Público como de costumbre resolvió con simples arreglos. El viernes, una pareja de brasileños abordó una furgoneta en el Brasil y tras cruzar la frontera fueron despojados a punta de arma blanca de R$ 500. El caso ni siquiera fue investigado. En tanto el sábado, otro comprista fue obligado a llevar un receptor de canales que no quería y le sustrajeron de su bolsillo la suma de R$. 2.100 en el interior de una casa comercial. El fiscal Edgar Torales intervino y, como siempre, se limitó a un acomodo, y los encargados del negocio devolvieron el dinero sustraído a la víctima y el denunciante entregó nuevamente la mercadería.

Este tipo de hechos sucede a diario en el microcentro de Ciudad del Este y ahuyenta aún más a los visitantes que se sienten totalmente desprotegidos a la hora de ingresar a territorio paraguayo a realizar sus compras. El fiscal adjunto Humberto Rosetti debe tomar cartas en el asunto y auditar el trabajo del cuestionado agente fiscal Edgar Torales, quien, según los datos, negocia todos los casos con los estafadores con ropaje de comerciantes y hasta la fecha no existe un solo procesado por estos hechos punibles.

Los agentes de la Policía Turística se sienten con las manos atadas ante tantas denuncias, ya que comunican al Ministerio Público y el asistente fiscal Osmar Vallejos se encarga de “visitar”  los comercios para llegar a un acuerdo y todo termina ahí.

ASALTO

El viernes, alrededor de las 09:30, un comprista brasileño, identificado como Eduardo Nunes, oriundo del Estado de Santa Catarina  (Brasil), que estaba en compañía de su pareja abordó una furgoneta (transporte alternativo) en el lado brasilero para cruzar el Puente de la Amistad. En el interior del rodado se encontraban dos hombres y una mujer, todos paraguayos. Una vez en el microcentro de CDE, sobre la avenida Luis María Argaña, subió una cuarta persona y allí intimaron al denunciante y a su pareja con un arma blanca (cuchillo) a que entreguen el dinero que tenían en su  bolsillo, en total unos 500 reales, además de sus documentos de identidad. Como si fuera poco, fueron agredidos y obligados a descender en las inmediaciones de la rotonda Oasis.

La pareja fue a radicar su denuncia ante la Policía Turística, cuyos agentes comunicaron el caso a la Fiscalía, pero los representantes de la sociedad ni se preocuparon en iniciar una investigación, mientras los turistas regresaron a su país con las manos vacías y con la peor imagen posible de la ciudad.

ESTAFA

El sábado cerca de las 11:00, el turista brasileño Roberto Teodoro Beck,  proveniente de la ciudad de Joinville, Paraná (Brasil), llegó al microcentro de Ciudad del Este con la idea de comprar receptores de canales. Fue llevado por los famosos “pirañitas” hasta el local denominado “Mundo Tegnology”, ubicado sobre la calle Camilo Recalde. La víctima manifestó que en el interior del referido local, seis supuestos vendedores le rodearon, y le obligaron a llevar un receptor de canales que no era el que estaba buscando. Luego le sustrajeron de su bolsillo la suma de 2.100 reales.

El extranjero denunció el hecho ante la Policía Turística y en Defensa del Consumidor de la Municipalidad de Ciudad del Este. Los uniformados comunicaron el hecho al fiscal Edgar Torales, quien acudió al sitio con su asistente Osmar Vallejos. Una vez en el lugar, la comitiva y la victima fueron recibidos por el encargado del negocio, Eduardo Miguel Ojeda, domiciliado en el km 7 del barrio Ciudad Nueva, quien procedió a la devolución del dinero sustraído a la víctima y el denunciante, por su parte, entregó nuevamente la mencionada mercadería.

ARREGLOS, PERO NO IMPUTACIONES

Hace más de dos años, el fiscal Edgar Torales fue designado exclusivamente para atender casos de estafas a turistas, pero llamativamente no existe ni un solo seudo comerciante procesado o que haya ido preso por prácticamente asaltar a los compristas. Según los datos, el cuestionado agente fiscal negocia todos los casos con los dueños de locales, ya que en la mayoría de los casos las víctimas radican sus denuncias, regresan  a su país con la agria experiencia y nunca vuelven.

#LACLAVE