MINGA GUAZÚ. Durante un confuso episodio, un presunto sicario fue ultimado a balazos, mientras su presunto cómplice, que también fue herido, huyó. El custodio de un supuesto narco que iba a ser el blanco del ataque también resultó herido durante la balacera. Según los datos, el fallecido y su acompañante llegaron a una vivienda y abrieron fuego y fueron repelidos a tiros. Abandonaron su moto y huyeron a pie, cada uno con destino diferente. En la huida la víctima fatal robó una moto, pero luego fue alcanzado por los dueños de la casa y lo rociaron a balazos. El suceso ocurrió ayer, alrededor de las 11:00, en el km 14 Monday, a unos 2.500 metros de la Ruta PY02.
Resultó víctima fatal Cris Adilson Gamarra Cáceres, de 32 años, con antecedentes penales por homicidio doloso en grado de tentativa y otros. A su lado fue encontrado un revólver marca Rock Island, modelo 200, color negro, calibre 38mm. El sujeto presentaba heridas de bala en varias partes del cuerpo, no resistió y murió en el lugar.
Según el informe de la subcomisaría 14ª, a cargo del Crio. Ppal. Sergio Sosa, el presunto sicario ultimado a tiros y su cómplice que aún no fue identificado llegaron a la casa del presunto narco Francisco Javier Cabrera Irala, a bordo de una motocicleta Star, de color bordó y negro, sin chapa. En el lugar estaba la esposa del mismo, Rosemari Dos Santos Rodrigues, y la amiga de esta, identificada como Liz Roció Aguilera Sosa, además de dos albañiles que estaban trabajando, como así también otra persona de nombre Carlos Javier Morínigo, con antecedentes por robo agravado, y que sería una especie de custodio, que estaba en la sala de la casa
Los presuntos sicarios descendieron y sin ninguna explicación comenzaron a disparar contra la humanidad de los presentes, como así también contra la pared de la vivienda.
Ante esta situación Morínigo reaccionó realizando varios disparos de arma de fuego presumiblemente escopeta y pistola desde el interior de la casa (sala), lo que obligó a los supuestos atacantes a huir a pie.
A unos 50 metros, el ahora fallecido, Cris Adilson Gamarra Cáceres, despojó de su motocicleta al empleado de una empresa, identificado como César Vera, que justamente circulaba por el lugar en el momento del hecho. El mismo entregó su moto y el malviviente se dio a la fuga.
PERSECUCIÓN
En ese ínterin la dueña de casa, Rosemari Dos Santos Rodrigues, quien afortunadamente no fue alcanzada por las balas abordó su automóvil Mercedes Benz y alzó a su lado a Carlos Morínigo, empezando a perseguir a uno de los supuestos autores que escapaba a bordo del biciclo. Al alcanzarlo le dispararon con la escopeta y una pistola, y a pocos metros antes de salir a la avenida Los Cedrales cayó y agonizó por unos minutos hasta que falleció. En tanto, Carlos Javier Morínigo fue llevado al hospital distrital de Minga Guazú a bordo del automóvil de Liz Rocío Aguilera Sosa, teniendo en cuenta que fue alcanzado de refilón por una de las balas.
EVIDENCIAS
Luego de lo ocurrido, agentes de la subcomisaría 14ª y de Investigación de Delitos, conjuntamente con el fiscal de turno Osvaldo Zaracho, y el juez penal de garantías, Carlos Vera, allanaron la vivienda donde ocurrió primeramente la balacera. En el lugar incautaron una escopeta calibre 12 mm, dos motocicletas, dos aparatos celulares y dos automóviles, un Mercedes Benz, con chapa BUA 851, propiedad de Rosemari Dos Santos Rodrigues, y un automovil Toyota Allex, de color plata, con chapa AABS 284, propiedad de Liz Rocío Aguilera Sosa, de 25 años, empleada de la casa, quien posee antecedentes por reducción año 2022, domiciliada en el km 20, lado Acaray, barrio San Felipe.
DETENIDO
El fiscal de turno ordenó además la detención de Carlos Javier Morínigo, como presunto autor del homicidio del supuesto sicario Cris Adilson Gamarra Cáceres.
EL BLANCO
El objetivo de los presuntos sicarios habría sido Francisco Javier Cabrera Irala, un presunto narco que el 31 de diciembre de 2017 fue detenido por agentes de Investigación de Delitos. En la ocasión el hombre circulaba en un auto blindado, en cuyo interior transportaba un fusil y una pistola Glock. Además, tenía 21 panes de marihuana prensada. Hace poco tiempo, el hombre abandonó la cárcel, y aparentemente alguien lo quería muerto, pero el operativo se frustró. Los datos indican que el hombre estába en la casa a la hora del ataque, pero luego desapareció del sitio.
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